La Biblia en oposición a Halloween

Dios no considera Halloween como algo inocente. Tal como él dice, “no aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman” (Jeremías 10:2). Y “guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré” (Deuteronomio 12:30).
Dios no siempre es paciente con aquellos que insisten en celebrar costumbres dañinas y supersticiosas como Halloween, y se cansa de ello. “El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan . . . ¿no deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable y esperando ansiosamente la venida del día de Dios? (2 Pedro 3:9-12, Nueva Versión Internacional).